Mensajes de diversas orígenes
sábado, 14 de septiembre de 2024
Mi Madre María y Yo Jesús Sufrimos Contigo y Te Suplicamos Que Te Mantengas Firme en la Fe
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a María Catalina de la Encarnación Redentora en Bretaña, Francia, el 2 de septiembre de 2024
Lectura Deuteronomio 30,1-4 y 31,6 «Hacia el final del destierro».
Moisés, al conducir al pueblo elegido de Dios a la Tierra Prometida, además de tener la pesada carga de transmitir la Palabra y la Voluntad del Padre Eterno, fue acosado, criticado, juzgado. Pero permaneció fiel y responsable a su cargo y a su vínculo con su pueblo. Comprendía las quejas de sus hermanos y sabía cómo llevarlas a la atención de Dios Todopoderoso. Agotado y viendo cómo sus propios hijos se alejaban de él y de Dios, se rebeló y, desanimado, abandonó su confianza.
El Padre Eterno, Padre de la Compasión, de Su Autoridad, llamó de nuevo a Moisés y le mostró el lugar, la meta de Su Misión casi alcanzada, que abandonó.
Ciertamente, Dios tenía en gran estima a Su Santo Profeta y, sobre todo, comprendía su agotamiento. Le llamó para que volviera al Camino de la Verdad y la Vida, por el que Él mismo había guiado a Su pueblo, y para que siguiera las reglas sagradas establecidas. La continuidad de la Misión fue transmitida a Josué: «Sé fuerte y mantente firme, es tu Dios quien camina contigo».
Palabra de Jesucristo :
"Mi dulce y amada hija del Amor, de la Luz y de la Santidad, te bendigo de parte del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Estoy, con Mi Madre y los Ángeles, a tu lado para curarte y tranquilizarte. Eres valiente y generoso, tu vida entregada sirve a la Salvación de tus hermanos. Sí, tienes razón, otros también lo hacen. Mis bendiciones están contigo.
Este tiempo de Revelaciones desenmascarará a muchos de estos falsificadores, que persisten en morar en su comodidad, que ahora dan por sentada, bien establecida; Mis hijos reconocerán por fin las trampas de las que fueron cautivos. Entonces serán testigos de las revelaciones que liberen y reúnan a los hijos de Dios dispersos. Dios envía así a Sus profetas portadores de la Luz y la gracia de la Misericordia de última hora.
A Moisés y a sus hijos, Dios les perdonó su rebelión. Les devolvió los contornos de la Ley y les invitó a volver al Señor.
Mi querida hija, El Padre tiene la misma actitud para todos y también hacia los que han resistido en la Prueba pero se desaniman: se salvarán si vuelven a Dios, pero sin la posibilidad de asegurar la continuidad de su misión que, según las circunstancias, ha sido confiada a un sucesor.
Los profetas, portadores de la Palabra de Dios, han recorrido, desde la Creación, el camino del retorno al Padre Eterno, informando, advirtiendo al pueblo de Dios de la finalidad, los escollos y las derogaciones que tienen graves consecuencias para su salvación.
Yo, Cristo, Profeta de Profetas, demostré con Mi Vida el camino de la Luz, pero también, con Mi Pasión, pudisteis ver la reacción maligna que Mi Santidad suscitaba y que Me perseguía constantemente.
El Cuerpo de Cristo, del que formáis parte, está sufriendo en estos Últimos Tiempos la misma suerte que Su Maestro y Salvador. Hijos míos, Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo reuníos, permaneced unidos, Cristo es victorioso.
El mal inflige sufrimientos perniciosos y groseros a los hijos de Dios, introduciéndose en todas las esferas de la vida, llegando desde el corazón del cosmos hasta lo más profundo de las almas vulnerables, con el objetivo de destruirlo todo, causar sufrimiento y aniquilar el Don de la Vida Eterna que cada uno lleva dentro.
Mi Madre María y Yo Jesús sufrimos contigo y te rogamos que permanezcas en la Fe. Como Moisés, casi habéis alcanzado esa línea en la que podemos decir: Todo está cumplido.
Jesucristo"
María Catalina de la Encarnación Redentora, alguna sierva en la Divina Voluntad del Todopoderoso, Dios Único. «Leer en heurededieu.home.blog»
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